Paris, Reuters.- El cuerpo de una de
las 228 víctimas del vuelo de Air France Río-París, que cayó al océano
al salir de Brasil en el 2009, fue sacado a la superficie con mucho
trabajo desde una profundidad de 3 mil 900 metros.
El cuerpo -conservado por la alta
presión y las bajas temperaturas mientras permanecía sumergido durante
casi dos años- aún llevaba el cinturón de seguridad del asiento cuando
los investigadores franceses lo encontraron lejos de la costa noreste de
Brasil.
Fue el primer intento del equipo de
búsqueda por recuperar un cuerpo humano desde el lecho marino. "Hemos
estado intentando sacarlo desde ayer. Tomó mucho tiempo", dijo el
portavoz de la operación, instalado en la central de policía nacional en
París.
"Es difícil porque los cuerpos están
bien conservados en el lecho marino por la presión y la temperatura,
pero traerlos a la superficie a través de aguas más calientes causa
descomposición", remarcó el portavoz. Además se informó que el equipo
recuperó las dos grabadoras de voz y datos, las "cajas negras".
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