Londres, AFP.- Apenas cinco horas
después de la llegada de Kate a la abadía de Westminster para casarse
con el príncipe Guillermo, una empresa familiar de Londres fundada por
una española estaba dando los últimos toques a una copia de su vestido.
Desde un principio se sabía que habría
copias del flamante vestido, pero sorprendió la rapidez de Alterations
Boutique. Raúl Echeverría, quien dirige la tienda, dijo le bastó ver a
la nueva duquesa de Cambridge en el coche y "empezamos a identificar el
tipo de encaje y a tratar de buscar una copia lo más parecida posible".
Cuando Kate Middleton se apoyó en su
Rolls Royce dejó ver la totalidad del vestido de seda satén con encaje
de colores blanco y marfil, el equipo pisó el acelerador. "Miramos la
televisión y en cuanto identificamos el tipo de tela, fuimos a nuestros
proveedores para encontrar la tela adecuada", declaró Echeverría.
Al encontrarla, pidieron 10 metros de
forro, otros 10 de tul para el velo, 10 más para el relleno de la falda,
15 metros de satén y cuatro de encaje, todo por un precio de mil 700
dólares.
El diario The Times encargó el vestido.
"De todas maneras íbamos a hacerlo pero ellos querían ser los primeros
en tenerlo", explicó la fundadora de la boutique, María Blázquez. "No
era por el dinero, era por la habilidad y para demostrar que todo se
puede hacer. Fue un reto fantástico", agregó su hijo Raúl.
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